Desde su aparición y difusión masiva, las redes sociales se presentaron como una nueva y eficaz herramienta para comunicarse con amigos e incluso sumar nuevas relaciones de amistad. Pero el perfil en Facebook o en Twitter puede ser un arma de doble filo, y poner en riesgo un vínculo real, en medio de la virtualidad 2.0.
Es importante distinguir entre una extensa lista de amigos o seguidores con las relaciones amistosas reales y concretas, que pueden ser además anteriores al uso de estos portales. Un comentario que pueda herir susceptibilidades u ofender al otro debe evitarse o pensar bien antes de subirlo a internet.
Otro posible punto de conflicto son las fotografías en las que aparece un amigo al que no le gustan las redes sociales, ni la difusión de su imagen a gente que puede no conocer. Conviene siempre preguntarle o pedirle autorización para no dañar una amistad que puede tener mucho más valor que la cantidad de nombres en el listado de nuestra cuenta.
Fuente: mujer.starmedia.com